Lars von Trier – Dancer in the dark (Bailarina en la oscuridad)

[…]

— Eres muy fuerte

— No soy fuerte…
Tengo algunos juegos para cuando todo se dificulta.
Cuando estoy trabajando en la fábrica…
y las máquinas hacen ritmos…
empiezo a soñar, y todo se vuelve música

[…]

DitD

Eliseo Subiela – Lifting de corazón

[…]

[él pellizca el dorso de la mano de ella]
— ¿Y eso?
— Los segundos que tarda la piel en volver a su lugar,
  son años en la vida.
  Con una persona joven no se puede hacer la prueba,
  porque la piel no se despega.
  Para un viejo tarda segundos en volver a su lugar y forma.
— ¿Y la mia?
— Tarda veinte años menos que la mia…
  Que la vida iba en serio
  uno lo empieza a comprender más tarde.
  como todos los jóvenes, yo vine
  a llevarme la vida por delante.
  Dejar huella quería
  y marcharme entre aplausos.
  envejecer, morir, eran tan sólo
  las dimensiones del teatro…
  Pero ha pasado el tiempo
  y la verdad desagradable asoma:
  envejecer, morir,
  es el único argumento de la obra.
— ¿Qué fue eso?
— Jaime Gil de Biedma, un poeta español.
[…]

Rainer Maria Rilke – Cartas a un joven poeta – 1 (fragmento)

[…]

No hay más que un solo remedio: adéntrese en sí mismo. Escudriñe hasta descubrir el móvil que le impele a escribir. Averigüe si ese móvil extiende sus raíces en lo más hondo de su alma. Y, procediendo a su propia confesión, inquiera y reconozca si tendría que morirse en cuanto ya no le fuere permitido escribir. Ante todo, esto: pregúntese en la hora más callada de su noche: «¿Debo yo escribir?» Vaya cavando y ahondando, en busca de una respuesta profunda. Y si es afirmativa, si usted puede ir al encuentro de tan seria pregunta con un «Si debo» firme y sencillo, entonces, conforme a esta necesidad, erija el edificio de su vida. Que hasta en su hora de menor interés y de menor importancia, debe llegar a ser signo y testimonio de ese apremiante impulso.

[…]

Armando Tejada Gómez/César Isella – Canción de las simples cosas

Uno se despide insensiblemente de pequeñas cosas,
lo mismo que un árbol que en tiempo de otoño se queda sin hojas.
Al fin la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas,
esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón.

Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida,
y entonces comprende como están de ausentes las cosas queridas.
Por eso muchacho no partas ahora soñando el regreso,
que el amor es simple, y a las cosas simples las devora el tiempo.

Demórate aquí, en la luz mayor de este mediodía,
donde encontrarás con el pan al sol la mesa tendida.
Por eso muchacho no partas ahora soñando el regreso,
que el amor es simple, y a las cosas simples las devora el tiempo.

Stephen Daldry – Billy Elliot

[…]

– Sólo una pregunta más. ¿Puedo preguntarte, Billy… qué sientes cuando estás bailando?
– …No sé.
Me siento bien.
Es estar tieso y así…
pero cuando empiezo, entonces, me olvido de todo…
y… es como desaparecer.
Es como desaparecer.
Como sentir un cambio en todo mi cuerpo.
Es como si hubiese un fuego en mi cuerpo.
Allá estoy… volando… como un ave.
Como electricidad.
Sí…como electricidad.

[…]

Anteriores Entradas antiguas