Ernesto Sábato – El túnel

[…]

Yo no decía nada. Hermosos sentimientos y sombrías ideas daban vueltas en mi cabeza, mientras oía su voz, su maravillosa voz. Fui cayendo en una especie de encantamiento. La caída del sol iba encendiendo una fundición gigantesca entre las nubes del poniente. Sentí que ese momento mágico no se volvería a repetir nunca. -Nunca más, nunca más- pensé, mientras empecé a experimentar el vértigo del acantilado y a pensar qué fácil sería arrastrarla al abismo, conmigo.

[…]

WarCry – Capitán Lawrence

[La historia detras de esta canción por Victor Garcia:
El Capitán Lawrence Oates fue uno de los miembros de la expedición de Scott que llegó a la antártica el 18 de enero de 1912. Lamentablemente, el noruego Roald Amundsen llegó antes y colocó la bandera de noruega en el centro antártico dejando al grupo de Scott sin el premio de su lucha.

El viaje de regreso fue un infierno. Solo 5 hombres, que al poco tiempo pasaron a ser cuatro y después de la decisión de Lawrence de poner fin a su vida, tres. Tres hombres que encontraron muertos en una tienda, protegiéndose de la tempestad durante días hasta que la fuerzas llegaron a su fin.

Pero lo que me llevó a escribir este tema, fue la decisión del Capitán Lawrence de poner fin a su vida alejándose de la tienda sin rumbo hasta perderse en la nieve. Una decisión digna de elogiar y que denota el código personal de un caballero. Con síntomas de congelación en manos y pies, limitando la marcha del grupo y siendo una boca mas para los pocos alimentos con los que contaban , tomó la decisión, para mi acertada, del sacrificio personal por la supervivencia del grupo.

¿Qué pensó aquel valiente mientras se arrastraba hacia una muerte segura? ¿A quien dedicaría sus últimos pensamientos?

Capitán Lawrence, es una interpretación libre de lo que debió ser su final y de cómo lo afrontó, un hombre que hizo el mayor de los sacrificios por lo que él consideraba justo.
Un hombre que aún hoy sigue enterrado en una gran tumba. de hielo.
Capitán…mis respetos.]

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Hoy, hoy la esperanza murió
cuando el frío congelo mis pies
en el grupo solo hay dolor
mi amor, se que te prometí volver.

Y miro sus caras
suplicando una oportunidad
solo un estorbo puedo ser
mis piernas heladas, no les pueden ayudar
a regresar

Hoy, hoy tomé una decisión
quizás solos puedan volver
por la noche en sigilo me iré
ruego a Dios, que él me pueda perdonar

Me golpea el viento y aun así
me obligo a caminar
debo alejarme un poco más
Se hiela mi aliento
solo siento, no verte más
ya nunca más

Perdóname por partir así
este viaje es solo para mi
recuerdame mejor de lo que fui
es muy tarde cielo sabes que te quiero
siento tanto tener que irme así

Solo en la noche él murió
entre el frío hielo se hundió
en el último aliento me pregunto
¿Qué es lo que pensó?

Perdóname por partir así
este viaje solo para mi
recuerdame mejor de lo que fui
es muy tarde cielo sabes que te quiero
siento tanto tener que irme así.

José Luis Diaz-Granados – Bogotá

Estoy a 2600 metros sobre el nivel del mar.
Estoy exactamente a 2650 metros sobre el nivel del mar.
Bogotá se extiende como un rio de ojos blancos
hacia todos los puntos cardinales.
De un lado veo fabricas y largas chimeneas
que eruptan humo blanco, gris y negro.
Tras de mí la Sabana se extiende tranquila
y se despereza con un bostezo verde.
Por allá entre la niebla de oro solar crece el vértigo
entre millones de seres, entre millares de casas,
de árboles, oficinas, automóviles y sueños de amor.
Y acá veo abultados, bajo los grandes cerros,
los pequeños rascacielos, las moradas
del dinero bien o mal habido, el desempleo fecundo
donde el odio y la sonrisa hacen su agosto en octubre.
Veo la dulce y hosca ciudad de mis amores,
la soberana amada y mil veces poseída,
la agridulce y vasta serpiente dormida y despierta
que ha hecho de mí una escama de ella,
un trozo de sus múltiples pecados como una campana amarilla,
un fragmento de estrella de su metálica constelación,
una gota de lluvia de su soterrada tempestad,
un inefable capítulo de su inalcanzable novela irreal.
Y hoy piso su asfalto de lluvia desnuda
y respiro su aire que acaricia mi rostro
y vivo y poseo y abrazo y escupo y blasfemo
y me reconcilio con su garra de monstruo divino
y beso su huella de demonio caústico
y lamo sus llagas de madre hechizante y alada
y alabo su orilla, su cuenco, sus calles,
su prisa, sus pinos y sus eucaliptos, sus vanos lamentos,
y me hundo, bajo su universo de múltiples colores,
entre el pálido aliento del día y su loco alarido.

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[los que la queremos porque aqui nacimos, los que la aprendieron a querer a su arribo, los que la extrañan a lo lejos, los que quieren venir, los que quieren volver, los que no tienen otra opción]

Vincent Ward – What Dreams May Come ( Más alla de los sueños )

[…]
– Hay un par de cosas que tengo que decirte.
Solo me quedan unos momentos.
Lo siento por todas las cosas que jamás te daré.
No te volveré a comprar un emparedado de albóndigas. Eso me molesta.
No volveré a hacerte sonreír.
Solo quería volverme viejo contigo.
Dos viejos riéndose el uno del otro y de sus partes decaídas.
Juntos, al final, junto a aquel lago de tu cuadro.
Ese era nuestro cielo, ¿sabes?
Te perderás muchas cosas.
Libros, siestas, besos. Peleas. Dios, las hubo y muy buenas.
Gracias por ello.
Gracias por cada simpatía.
Gracias por nuestros hijos…
por la primera vez que los vi.
Gracias por ser alguien que siempre me produjo orgullo…
por tu valentía, por tu dulzura…
por tu aspecto de cada día, por siempre querer tocarte. ¡Dios, eras mi vida!
Me disculpo por todas las veces que te decepcioné…
sobre todo por lo que haré ahora mismo.
[…]

Stravaganzza – Frustración

Mira
-No quiero ver-
Apunta alto
-Estoy bien aquí-
Un sentimiento común,
Falta de inspiración,
El rencor se apodera de tí.

Lucha
-Dime por qué-
No te rindas
-Fácil decir-
Enfermos de impasibilidad,
Luces que no brillarán,
El silencio no os deja gritar.

Ves frustración,
Caminos teñidos de gris.
Presiento,
Finales faltos de ilusión.
Desde aquí no puedo ver la salida.
Ves frustración, en un triste despertar.
Vacíos,
Buscad qué podéis encontrar.
He intentado escapar pero me quedo aquí.

Miedo
-No quiero oir-
Te conformas
-Por qué pedir más-
Dejas la vida pasar
Sin motivos para amar.
Necesitas saber la verdad.